El colegio

El reconocimiento para aquella Asociacion de Abogados ,y todos sus integrantes, que soñaban con la creación del Departamento Judicial y la consecuente puesta en funcionamiento del Colegio de Abogados.

Más de treinta y cinco años de historia

Han transcurrido veinticinco años de la fundación del Colegio de Abogados de Necochea.

Sueños, esfuerzos y la acción ininterrumpida de un recordado grupo de colegas que hicieron posible llegar al acto fundacional. Su vida, desde aquel momento hasta el presente estuvo y está marcada por la vocación y el trabajo diario de todos sus componentes y lo será para el futuro.

Nuestro eterno reconocimiento al entonces Intendente de la Ciudad Dr. Domingo Taraborelli, al legislador Escribano Leopoldo Bernard, al delegado organizador Dr. Juan Carlos Paris y a todos los integrantes del primer Consejo Directivo de nuestro Colegio.   A los Dres. Norberto S. Falco, Raúl Steffen, Carlos Borelli, María Bellomo que condujeron previamente este Colegio. También se destaca el acompañamiento incondicional, en nuestra vida colegial, del Colegio de Abogados de la Pcia de Bs As y de la Caja de Previsión Social para Abogados de la Pcia de Bs As.-

Los protagonistas necesarios de nuestro nacimiento: fueron los 80 profesionales que firmaron su incorporación como primeros matriculados del Colegio de Abogados de Necochea.

Los participes que dan vida a la gestión institucional son los profesionales que cumplen funciones en las distintas áreas: Tribunal de Disciplina, Consultorio Jurídico, Institutos y Comisiones locales y provinciales, nuestros representantes ante la Caja de Previsión Social para abogados de la Pcia de Bs As y ante la Federación Argentina de Colegios de Abogados, todos los matriculados de los Partidos de Necochea, Lobería, San Cayetano y nuestros jubilados.

El Colegio brinda servicios que se extienden a la comunidad, como lo es la asistencia jurídica para las personas carentes de recursos.  Además, se realizan las audiencias mediación dentro de la institución.

El profundo reconocimiento al personal del Colegio, por la colaboración diaria en las funciones que prestan. Hoy, con el nuevo paradigma de la virtualidad, nos encontramos con un Colegio, acorde a las necesidades de la matrícula, aspirando a ejercer acciones que redunden en beneficio de la abogacía, planteando metas y objetivos que sólo se logran, generando propuestas concretas dentro de una abogacía organizada.

Son treinta y cinco años reflejados en hechos y anécdotas, que dan cuenta del permanente crecimiento de nuestra institución, de la acción constante al servicio de nuestra profesión, del bien común y de los matriculados, destinatarios de la razón de ser de la Institución. Con pluralismo, diversidad y también con proyectos en común, hemos transitado estos primeros treinta y cinco años, con la mira en un propósito único, la defensa del Estado de Derecho, la Colegiación y el ejercicio libre y digno de la profesión.

Los valores que confluyeron en la gestación del Colegio son un recuerdo sentido y deberá ser orgullo de las nuevas generaciones, para que estas puedan abordar los eternos desafíos, que coinciden con los mismos fines que fueron el ideal de su creación, siendo el Abogado protagonista necesario e indispensable. Han pasado generaciones de Colegas que han cumplido y siguen cumpliendo con sus funciones , encontrándonos también con la ausencia irreparable de muchos amigos que consagraron y empeñaron día a día su denodado trabajo, su capacidad y responsabilidad en exclusivo beneficio del Colegio, que hoy y siempre estarán presentes en nuestra memoria.

Vaya el homenaje de este Consejo Directivo a todos los que nos precedieron, a nuestros colegiados, a nuestra Joven Abogacía y a los que vendrán y que el presente reconocimiento por lo hecho sirva también de sendero rector para lo que resta por hacer.